Un mundo de contrahechos.

Acabo de reencontrarme con una canción de mi adolescencia que extrañamente había olvidado, y que le viene como un guante a mis dibujos. Por cierto, a Silvio Rodríguez le gusta pintar en sus ratos libres, aunque nunca he visto un cuadro suyo. Y dice así:

Un mundo de contrahechos 
se esparce en la cartulina,
bordado con puntafina 
como los pelos del pecho.
País en que los deshechos
son amados todavía,
es la comarca sombría
donde la luz se perdona,
porque allí van las personas 
del sueño a la poesía.
                                    Del sueño y la poesía "Rodríguez", 1995.